ENERGÍA HUMANA
- Onlinensina

- 8 abr
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Actualizado: 27 jun
La energía que vamos a tratar en este artículo es la bioenergía, es decir, la energía humana. A lo largo del tiempo ha sido mencionado por muchos y ha recibido diferentes clasificaciones.
Como ejemplo podemos mencionar la manera en que Cristo lo llamó “luz”, los yoguis lo llamaron “pran” o “prana” y para Hipócrates “fuerza vital de la naturaleza”.
Cuando analizamos el origen de nuestra esencia podemos observar que el ser humano está hecho de energía, y el conocimiento de la estructura atómica así lo demuestra, de hecho estamos rodeados de un océano de energía.
La suma de los campos energéticos de las células, tejidos y órganos actuando de manera organizada y reflejando la actividad del cuerpo físico, las emociones y los pensamientos, constituyen en conjunto el cuerpo energético. Por lo tanto, interactuamos con este océano bioenergético todo el tiempo.
El cuerpo energético forma campos energéticos y cada individuo tiene su propio campo energético que permea ambientes y realiza intercambios energéticos personales con otras personas. Esta realidad bioenergética no es conocida por todos, pero es de gran importancia que creemos conciencia sobre ella, ya que nos vemos afectados, y en consecuencia nos desequilibramos, lo que puede afectar nuestra salud o incluso perderla.
Para demostrar estos hechos encontramos respuestas importantes en la física cuántica, que el ser humano está construido en su materialidad por energía que vibra a una determinada frecuencia, por lo que un impedimento, un bloqueo de este estado vibracional desencadena muchos desequilibrios en su manifestación material, biológica y fisiológica.
“Cuerpo sano, mente sana”, lo que afecta a la mente afecta al cuerpo y viceversa, las emociones y pensamientos están directamente relacionados con las manifestaciones físicas ya sea de bienestar o malestar.
Otra forma de evidencia la encontramos en la medicina tradicional china, cuando estudiamos los puntos y canales de acupuntura entendemos que pueden considerarse el límite entre el cuerpo físico y el energético, poseyendo características de ambos aspectos. Los centros de energía, o chakras, son lugares donde la energía se absorbe, se administra y se externaliza.
En el eje vertical y central del cuerpo encontramos los principales centros energéticos y normalmente están asociados a un plexo nervioso autónomo, grupo de nervios espinales o una glándula endocrina. Los centros de energía están asociados con la organización segmentaria del cuerpo y del sistema nervioso.
El cuerpo energético corresponde a la suma de cada estructura que constituye al hombre y refleja la actividad del cuerpo físico, los pensamientos y las emociones.
Según la medicina tradicional china, la causa principal de la enfermedad se encuentra en el desequilibrio emocional, y dependiendo de la emoción afectamos a un órgano.
Y esto está relacionado con las frecuencias vibratorias, así la ira afecta al hígado, la tristeza a los pulmones, el miedo a los riñones, el estrés al corazón, la preocupación y la angustia al estómago.
Al tomar conciencia de estas influencias emocionales, podemos refinar la forma en que liberamos cargas emocionales y reequilibramos nuestra energía.
Muchas veces es necesaria ayuda terapéutica para ello, ya que albergar una emoción durante muchos años puede provocar daños irreversibles y quedarnos con secuelas. El autoconocimiento y la transformación interna favorecen la sanación de nuestro campo energético a través de la liberación de esa emoción.
¿Y luego?
¿Cómo están tus pensamientos? Porque es a partir de ellos que creamos nuestro campo energético, ¿es éste sano o enfermo?
Profesora Carla Guelli
Fisioterapeuta y acupunturista




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